Trabajamos con el cuento "El hombrecito verde y su pájaro", escrito por Laura Devetach.
El
hombrecito verde de la casa verde del país verde tenía un pájaro. Era
un pájaro verde de verde vuelo. Vivía en una jaula verde y
picoteaba verdes verdes semillas. El hombrecito verde cultivaba la
tierra verde, tocaba verde música en su flauta y abría la puerta
verde de la jaula para que su pájaro saliera cuando tuviera ganas.
El
pájaro se iba a picotear semillas y volaba verde, verde, verdemente.
Un día en medio de un verde vuelo, vio unos racimos que le hicieron
esponjar las verdes plumas.
El
pájaro picoteó verdemente los racimos y sintió una gran alegría
color naranja. Y voló, y su vuelo fue de otro color. Y cantó, y su
canto fue de otro color.
Cuando
llegó a la casita verde, el hombrecito verde lo esperaba con verde
sonrisa.
–¡Hola,
pájaro! –le dijo.
Y
lo miró revolotear sobre el sillón verde, la verde pava y el libro
verde. Pero en cada vuelo verde y en cada trino, el pájaro dejaba
manchitas amarillas, pequeños puntos blancos y violetas.
El
hombrecito verde vio con asombro cómo el pájaro ponía colores en
su sillón verde, en sus cortinas y en su cafetera.
–¡Oh,
no! –dijo verdemente alarmado.
Y
miró bien a su pájaro verde y lo encontró un poco lila y un poco
verde mar.
–¡Oh,
no! –dijo, y con verde apuro buscó pintura verde y pintó el pico,
pintó las patas, pintó las plumas.
Pero
cuando el pájaro cantó, no pudo pintar su canto.
Y
cuando el pájaro voló, no pudo pintar su vuelo. Todo era verdemente
inútil.
Y
el hombrecito verde dejen el suelo el pincel verde y la verde
pintura.
Se
sentó en la alfombra verde sintiendo un burbujeo por todo el cuerpo.
Una especie de cosquilla azul.
Y
se puso a tocarla flauta verde mirando a lo lejos. Y de la flauta
salió una música verde azul rosa que hizo
revolotear
celestemente al pájaro.
Para saber más sobre la autora:
Laura Devetach nació el 5 de octubre de 1936, en Reconquista, provincia de Santa Fe.
Algunas de sus obras son: La torre de cubos; Monigote en la arena; Una caja llena de...; Picaflores de cola
roja; El hombrecito verde y su pájaro; Colección "Libros del monigote"; La loma del hombre flaco; Canción y pico; Oficio de palabrera.
Se ha dedicado a la recopilación de dichos, rondas, poemas y coplas. Colaboró con las revistas Billiken, Humi y Vivir. Es coordinadora de grupos de escritura, lectura y reflexión.
Entre los premios y distinciones que obtuvo figuran: Premio Casa de las Américas 1975; Lista de Honor del IBBY (International Board of Books for Young People) 1986, Premio Estímulo a la Producción Literaria, Fondo Nacional de las Artes 1986;Premio Octogonal, Francia, 1995.
En el artículo 29 de la Convención Internacional sobre los Derechos de la Infancia dice que la educación tiene que servir para ayudarte a crecer en una sociedad libre, donde estés en condiciones de crear, soñar, inventar, descubrir, elegir...
Solamente si tenés la oportunidad de elegir, de equivocarte y aprender podrás ser una persona independiente.